SoulFighter Storm Capítulo 5. Meeting Delight

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SoulFighter Storm


Capitulo 5.   Meeting Delight



Aunque no sabía si sería del todo cierto, le dije a Yunho al volver, que había conseguido arreglar las cosas con Changmin, y él pareció satisfecho con ello.

Tan sólo a Junsu en vez de tranquilizarle, le preocupó aún más, cuando oyó nuestra conversación, que el tema aún no estuviera zanjado y necesitáramos una nueva reconciliación.
Junsu, con su inocencia, fue el único al que extrañó nuestro comportamiento. La idea entró en su cabeza quizá tan solo durante unos instantes. Se rió, y murmuró para sí, que casi parecíamos amantes.
Junsu, en su ignorancia, era quien estaba más cerca de la verdad.


Tener secretos siempre me había encantado. Me hacía sentir emoción, complicidad. Esperé hecho un manojo de nervios su llegada de Sapporo. En parte porque me temía alguna reacción hostil por su parte.
Pero no fue así. Yooochun y él entraron por la puerta con sus pequeñas maletas y hablaron primero con Yunho que salió a recibirles. Sus ojos se posaron en mí nada más acercarme. Me hizo temblar con aquella mirada.
Esas miradas penetrantes de Changmin, sinceras, tan honestas y descaradas. Me intimidó y emocionó. Nadie me miraba pero me incomodé de pronto. ¿Me había avergonzado?
Reí, y los tres se giraron hacia mí. Junsu se nos unió en seguida, y todo fueron risas.

Esos momentos fueron los más emocionantes. Sentía emoción y curiosidad por saber qué ocurriría cuando estuviéramos de nuevo a solas.
Changmin me trataba bien, por primera vez en mucho tiempo. Pero algo era diferente aunque solo yo parecía notarlo. Me miraba de otra manera a los ojos.
Me hacía tener que apartar la vista.
Si nos mirábamos así el uno al otro... ¿qué parecería aquello?
Reí de nuevo sin poder evitarlo. Y nadie sabía por qué, ni siquiera yo.

Me había mostrado muy impaciente durante esta parte de la promoción, intentando recibir una respuesta inmediata del público a nuestro nuevo disco. Había intentado inundarme de trabajo para no pensar en él. No había funcionado mucho, y había hecho a Yunho preocuparse por mí.

Ahora...Changmin y yo parecíamos calmadamente distantes mientras todos nos preparábamos para una pequeña fiesta de reunión del grupo en casa.

También me miró cuando se dirigía a la habitación a dejar sus cosas. Yo acompañé a Yoochun para ayudarle.
De pronto en nuestra habitación se hizo el silencio.


-¿Para que fuiste a Sapporo, Jae?- Me preguntó Yoochun de pronto y a las claras cuando nos quedamos solos, como él solía hacer. Yo me mantuve en silencio.- Ni siquiera pasaste a saludarme, pensabas que no me enteraría si no lo hacías?

- no.- Contesté en voz baja.

-Yunho y Min dicen lo mismo, que teníais algo que arreglar. Llevais así demasiado tiempo, ¿No crees? –Hizo una pausa en la que yo tampoco contesté.-No me quiero meter, pero.... todo viene por lo mismo?- Yoochun hablaba con firmeza y yo me limitaba a recoger, sin atreverme a mirarle a la cara, fingiendo indiferencia.- Pasaste la noche allí? En qué habitación estuviste?

Yoochun sabía muy bien a donde se dirigía con sus preguntas. Y sabia que yo también.

- ¿Qué insinúas?- Pregunté algo tenso. Sabia perfectamente a lo que se refería, y él sabía que me hacía el tonto.

- Dios Jae.... ¿no me digas que has llevado esto aún mas lejos?- Preguntó con desasosiego.

Para mi desgracia leyó mi gesto. Ese que decía....”bufff demasiado tarde...bastante pringados estamos ya”. Resopló con disgusto y dio esos pasos en el sitio que daba cuando no sabia como decir algo.
Realmente no sabía que decir, parecía totalmente desconcertado.

- No me puedo creer que esté pasando Jae.- Me dijo muy seriamente.- ¿a dónde piensas llevar esto?

- Yo no..- intenté replicar, pero Junsu entró en la habitación.

- Jae, vas a cocinar el Kimchi o como? Yo no lo hago tan picante como tu, que nos vas a matar un dia de estos.

- Claro, espera, ahora lo hago...- Dijo Jae evadiendo la compañía de Yoochun.

A Junsu pareció contrariarle que no se quejara como siempre de su intención de poner menos picante a la comida... siempre se empeñaba.

- ¿Qué, me has traído una cervecita de Sapporo?- preguntó Junsu a Yoochun cuando se quedaron solos.

- Claro que no, me tienes por un contrabandista?- Dijo Yoochun con sus morritos de “me dices a mi”?-He traído una caja entera!- Dijo abriendo la segunda maleta. Junsu empezó a partirse inundando la casa con el sonido de su contagiosa y peculiar risa.- Y por su puesto..... ninguna es para ti.

- Claro que no, yo no quiero cerveza....

- ¿Entonces para qué preguntas....? idiotaXD.

- pero me habrás traído algo...?

- Y por qué debería?- Preguntó Yoochun con su exagerada indiferencia. Junsu no podía evitar reír al verle. Yoochun abrió una cerveza y pegó un trago.

- OYE!! No empieces tu solo! Trae aquí una botella de esas a tu hyung!!- gritó Yunho desde el salón. Yoochun abrió mucho los ojos y Junsu rió de nuevo.

- Has visto eso??? Cuando digo que Yunho tiene un sexto sentido solo para la cerveza....Es la verdad!! ¿Cómo lo ha oído???- Junsu y Yoochun reían.

- No lo se!!-Dijo Junsu entre risas.






Todos se reunieron en el comedor charlando y contando las pequeñas anécdotas que aún no habían compartido.

Mientras picoteaban de la cena aquí y allá, Jaejoong insistía en que se echaran un poco mas de kimchi, un poco más de guindilla roja. “Después de todo hay mucha cerveza” Decía.

- Si bueno, pero no es tuya!- replicaba Yoochun.


- Todo lo mío es tuyo.... Yoochun.- Comenzó a decir Jaejoong mientras pasaba un brazo por los hombros de Yoochun, tironeando de la camisa que llevaba, que en realidad era de Jaejoong.- ... y todo lo tuyo es mío....- Terminó con voz tierna.

Yoochun rió al entender lo que Jae quería decir..... tendría que dejarle que bebiera todas las que le apetecieran.

- Eso por hablar!- Le replicó Junsu al ver como Yoochun tenía que callarse.

Min había estado en silencio todo el tiempo, mientras aún estaba con la misma cerveza. Eso no era nada nuevo. Pero Jaejoong no hacía mas que intentar huir de la penetrante mirada del menor, que le inquietaba.

-Hey... no íbamos a ver esa peli...- Dijo Yunho a Yoochun con 5 cervezas de más.

- Sisi, la nueva de espefen king

- ¿Pero qué demonios es eso?? ¿tú como pronuncias??? Seguro q viviste en L.A.??- Volvió a recriminarle Junsu al escucharle.

- Sisi, quedamos en verla, has ido a alquilarla?-Preguntó Yoochun a Yunho ignorando a un Junsu indignado.

- No... Changmin! Te la has bajado?- Preguntó Yunho. Changmin negó con la cabeza mientras bebía.

- Aah nos va a tocar alquilarla? Pero está muy lejos...- Se quejaba Yunho.

- Va, venga yo saco el coche.- Dijo Yoochun.

- Qué dices, llevas 2 cervezas!- Le advirtió Junsu.

- Si pero Jae lleva 7!!! ¿Vas a conducir tu?- Preguntó Yoochun riendo.-Va , venga vamos Yunho- Dijo Yoochun cogiendo las llaves de su coche.

- Oye! Pero esa es de miedo.. yo no quiero ver de miedo.... vamos a escoger entre todos, dejad de decidir solos.- Se quejaba Junsu.

- A mi me parece bien.- Dijo Jae.

- Ami me da igual.- Dijo Changmin. Junsu se quedó en silencio.

- Vamos!- dijo Yunho ignorando a Junsu.

- Nononono, yo voy, hay que coger otra! Hay que coger dos!- Insistía Junsu.

- ¿Solo por ti?- Preguntaba Yoochun.

- ¿Vas preparando los postres Jae?- pregunto Yunho. Jae asintió con la cabeza.- Min, puedes ir conectando los altavoces al dvd para que se escuche mejor? Yo no se como van aún.- Changmin asintió mientras andaba hacia su habitación en busca de los cables.

- Haré palomitas también.- Anunció Jae mientras los demás salían por la puerta.- Ah, Yunho, compra mas bebida en un “convini”, que no queda mucho .

-Ok.- Contestó Yunho mientras cerraba la puerta tras de sí.








El silencio reinó durante varios minutos en el apartamento. Sólo se escuchaba el sonido de la nevera abrirse y cerrarse y un sonido de spray desde la cocina. Cuando Changmin volvió con los cables, encontró a Jae muy concentrado adornando los postres con nata montada y otras cosas.




- Yo no se para qué te molestas... ya sabes que lo destrozarán en segundos.- Comentó changmin al ver las figuritas con nata que hacía en los postres y los adornaba con caramelitos de colores.


Jaejoong sonrió con una de esas sonrisas que le hacían parecer tan vulnerable...no podía apartar mis ojos de él mientras me miraba de reojo de vez en cuando, con el bote de nata en las manos, chupando alguno de sus dedos de vez en cuando. Terminé con los cables y me acerqué a la mesa de la cocina en la que Jae estaba trabajando.
Mis ojos no se apartaban de él.

- ¿Qué miras? – Preguntó de pronto mientras sonreía de lado.- ¿Quieres un poco?

Antes de que me diera tiempo a contestar, me había manchado la cara con nata y ya se estaba riendo. Se alejaba de mi, porque ya sabía lo que le iba a pasar....porque yo...media que recibía, 2 que devolvía....

Para mi suerte y su desgracia, había dos botes de nata, y yo cogí el que estaba lleno.
Él llevaba una camiseta de tirantes blanca y yo una camiseta de manga corta normal y corriente.

Jaejoong apuntó a mi cara, pero yo a su cuello y a su escote, porque se protegía la cara. Él como siempre reía con esa sonrisa traicionera que ponía cuando estaba jugando.

Yo me piqué aún mas, pero a él se le acabó la nata. Intentaba meter nata que le había echado por dentro de mi camiseta, y me dio de si el cuello de la prenda durante el forcejeo, ahora podía verse uno de mis hombros. La echó a perder.

Yo sabía que a él no le gustaban las cosas dulces, así que traté de echarle la nata directamente en la boca.

ÉL lo vió venir y forcejeó, los agarrones estaban destensando las camisetas cada vez más, peroal final le reduje, porque no paraba de reír, le acorralé contra la encimera, y le abrí la boca, apreté el botón del bote de nata, y su boca se llenó de esponjosa crema dulce.

Jaejoong tenía los ojos como platos y no parecía dispuesto a tragar. Yo ahora sí sonreía con triunfo. Sin pensar en nada, le sujete con ambas manos de la cabeza y cubrí su boca con la mía.

Jae se tambaleó un poco, y yo sin perder un segundo introduje toda mi lengua en su boca, compartiendo la nata, absorbiendo el sabor, degustando su lengua, ahora dulce y aún mas deliciosa.

Con algo menos de nata en la boca, Jaejoong comenzó a besarme. Se apoyó con ambas manos en la encimera detrás de él, e hizo desaparecer en cuestión de momentos los restos de nata en nuestras bocas.

Mi lengua ya no sabía a azúcar, sabía a ti de nuevo.

Y el gusto me hizo gemir en tu boca.

Te mordí los labios buscando más sabor dulce, limpiando los restos de nata de allí. Pero no pude detenerme, sin soltarte con mis manos, saqué mi lengua sin pudor ninguno y lamí tu cuello.








Changmin jadeaba de nuevo, sin descanso sobre mi piel. Tan solo con escuchar una vez más sus salvajes jadeos, mi entrepierna despertaba por momentos.

Lamía sin descanso mi cuello, arrastrando los restos de nata que había conseguido dejar alli, lamía mi clavícula, lamía mi pecho, tiraba de mi ya holgada camiseta con fuerza, destapó mi pecho aún mas.

Ni siquiera traté de reprimir mis quejidos. Mis manos ya volaban, inseguras bajo esa camiseta que ocultaba su cuerpo y que acababa de echar a perder.

Quería hacerla trizas para poder morder esa piel morena a mi gusto. Las ganas me podían, me agarré a él con los dos brazos. Reduje la distancia aún más.

Ni siquiera quería pensar en las marcas que seguramente estaba dejando en mi pecho... sólo podía notar esa humedad sobre mí, esa suave presión....podía notarlo, la sangre bajo mi piel, latiendo bajo sus labios.

Intenta absorberla, hacerla un poco más tuya.

Gemía....y mi Changmin apretaba más sus labios contra mi carne cada vez que me escuchaba.....sabía que le gustaba.

Sin poder evitarlo aparté y doblé una de mis rodillas para que su muslo estuviera entre mis piernas, necesitaba su contacto con impaciencia.

Me sentía fuera de control...

¿Qué me estaba pasando?,

¡Estábamos en medio de la cocina!

Changmin llevó de nuevo una de sus manos a mi nuca y acarició mi pelo con ella, mientras me besaba, pegando mas sus labios a los míos, para saborear rincones mas escondidos de mi boca.

Tocaba con sus manos mi pecho marcado. Lo acariciaba con una delicadeza que sus labios no habían tenido. Y su pulgar se detuvo deliciosamente sobre mi enrojecido pezón.

Mi voz intentaba salir para expresar el placer que sentía, pero ni siquiera tenía espacio en mi propia boca para gemir. Era toda suya, de su lengua, de su calor.

Apreté sus nalgas contra mí desesperado por notar su contacto.

Necesitaba aire.












Me aparté de él para que respirara, para mirarle:

Tenía sus almendrados ojos brillantes, las mejillas teñidas de rojo, sus labios color escarlata por mis mordiscos..... y la piel pegajosa y con brillo por el azúcar, la camiseta por debajo de sus hombros....

sus manos juntas por debajo de mi ropa, agarrándome.......

....... Quise que fuera mujer para hacerle mío en ese instante.


Quizá él lo viera en mi ojos. En ese momento que nos miramos, a escasos centímetros el uno del otro, sólo el aire separaba nuestra mirada.

Unidos en un improvisado abrazo, casi recostados sobre la mesa de la cocina. Quizá leyera mi deseo en mis ojos. Ese estúpido pensamiento que había cruzado mi mente.

Quería más mucho mas....

pero si no nos deteníamos ahora... ¿qué lo haría?



Sin dejar de mirarnos a los ojos fuimos controlando nuestra respiración y nuestros impulsos. Jae gimió levemente mientras presionaba su cuerpo contra mi una vez más.... beso mis labios lentamente.

“No me hagas esto o no te dejaré ir Jaejoong.... “

Mientras me besaba reparé en todas esas exageradas marcas, en algunos lugares incluso color violeta que acababa de hacer en su piel. Seguramente no dolían pero....

ÉL redirigió mi mirada hacia su cara, como si supiera en lo que estaba pensando.

- ¿recogemos esto?- Me preguntó con un poco de lucidez. Asentí avergonzado. Acababa de recordar que.... esta vez le había besado yo antes...... o..quizá Siempre había sido así??

¿Siempre comencé yo?

En silencio comenzamos a adecentarnos un poco, y recoger el lío. Me preocupaba su camiseta. Pero aún me preocupaba más que no dijera nada al respecto. Me había cargado una de sus camisetas......

Intenté limpiar un mechón de tu pelo con restos de nata. Pero mis dedos rozaron tu cuello, y te giraste.

- ¿Por qué no vas a cambiarte de camiseta?- Le pregunté. ÉL pareció darse cuenta en ese mismo momento de las marcas en su pecho. Abrió mucho los ojos y rió un poco. Sin decir nada más se fue a la habitación.


Me alegré, porque entonces llegaron los chicos.


Se rieron al ver mi camiseta y mi estado. Pero sin las marcas en el pecho de Jaejoong a la vista, parecía otra de nuestras peleas. Al menos no nos habíamos cargado los postrecitos de Jae.

Nunca estuve menos atento a la bronca de Yunho cuando vio la cocina y a nosotros. Sólo podía concentrarme en apartar de mi mente la imagen del cuerpo marcado de jae y de sus labios, intentar sacar su sabor de mi boca.

Pero su rastro seguía presente en cada parte de mi cuerpo, acaparando cada uno de mis sentidos.

Me alegré de que apagaran las luces y no tuviera que hablar... no sabía si en aquél estado podría mantener una conversación.

Sentados en los sillones, con las luces apagadas, ya masticando palomitas, noté la mirada de Yoochun sobre mi. Pero no exactamente miraba mis ojos.... al seguir la linea de su mirada me di cuenta.

La erección de mis pantalones era tan llamativa como si hubiera llevado una mancha roja sobre la tela vaquera. Lo oculté con el bol de palomitas, aunque demasiado tarde.


Intenté concentrarme en reducir mi excitación. Pero el sabor de las palomitas no ocultaba ni borraba el sabor de Jaejoong en mi lengua.

Comprendí que mi excitación solo desaparecería si Jaejoong dejara de estar sobre la tierra. Resignado, me recosté sobre el sofá intentando ocultarme de la mirada acusadora de Yoochun.

Me pregunté cuánto sabría....¿Estaría en contra? Rogaba a los cielos que nunca me viera en la situación de tener esa conversación con él.


Todos teníamos sitio en los sofás menos Junsu y Jae que se habían sentado voluntariamente sobre los cojines. Cuando la película estaba comenzando, Jae se levantó para traernos vasos de bebida de té frío que había comprado Yunho.

Cuando repartió los vasos, vió que Junsu estaba sentado apoyando la espalda en el sofá. Yo siempre me siento recostado en el sofá con las piernas abiertas.

Sin decir nada, con toda naturalidad, Jaejoong se sentó en el suelo, entre mis piernas, apoyando su espalda contra el sofá.

Mi cuerpo se tensó de pronto. No se por qué pero miré a Yoochun. Estaba pendiente de la película. Me sobresalté al notar la mano de Jae sobre mi pierna. Intentaba coger las palomitas del bol detrás de su cabeza. Se las acerqué.

Me fijé en que Yunho ya casi estaba dormido a mi lado en el sofá. Abría un poco los ojos cuando Junsu hacía algo de ruido.

Mis ojos ya no se apartaban de su nuca. Su pelo estaba hacia delante, llevaba una de esas camisetas, como casi todas las que tiene, abiertas por detrás. Se podía ver parte de su tatuaje y la base de su cuello, en la penumbra.

Miré mi mano sujetando el bol de las palomitas, estaba tan cerca de su piel. Sin que me diera cuenta, mis dedos la rozaron.

Si realmente él lo notó, no hubo reacción ninguna. Igualmente su tacto era adictivo, no pensaba detenerme.

Poco a poco, Jaejoong se fue acercando un poco más al sofá, y a mover lentamente el cuello. Mientras le acariciaba, poco a poco todos se fueron quedando dormidos, incluso yo, no supe muy bien cuando.



Cuando me desperté, sentado sobre el sofá con el salón de casa aún en penumbra, antes de abrir los ojos, noté como me besaba. Estaba sentado a mi lado, donde antes estuviera Yunho, inclinado sobre mí.

Pero cuando entreabrí los ojos, detrás de él, en la puerta. Vi a Yoochun que salía de la cocina en silencio. Nos había visto. Se giró y se fue hacia la habitación. Antes de que me diera tiempo a decirle a Jae lo que había visto, él se detuvo y me miró a los ojos.

- ¿Estás despierto ya?- Me susurró aún muy cerca de mí, noté su aliento al hablarme. Demasiado cerca.

Sin contestarle le devolví sus besos de antes. Mientras lo hacía pensaba en lo sencillo que se me hacía ahora besarle. Lo difícil que era no hacerlo. Sorprendiéndole mucho, me eché sobre él, recostándole sobre el sofá, bajo mi cuerpo.

Seguía besándole, con los ojos abiertos. Tocando bajo las sombras los mechones rubios de pelo lacio que rodeaban su cara, mientras el me miraba con los ojos muy abiertos, intentando descifrar mi comportamiento, mi mirada.

Quizá noté que le intimidaba, si. Su cara era la imagen misma del desconcierto, pero, yo seguía paseando lentamente mis labios sobre los suyos, caricias distraídas mientras disfrutaba de su cercanía.

- ¿No tienes sueño?- Susurró de nuevo cuando dejé un momento libres sus labios.

Yo asentí levemente como si no hiciera mucho caso a sus palabras.

- Yoochun lo sabe, verdad?- Le pregunté simplemente.

Con la cara que puso me respondió. Y yo no tenía nada más que hablar sobre el tema.


Mi pequeño animalito desbocado, mi Jae.

Este frágil ser lleno de fuerza, con la superficie de su piel hecha de pura droga.

Cuanto más le miraba menos le entendía, y cuanto más le sentía, menos me entendía a mi mismo.

Drógame…. Miénteme con esos ojos oscuros, con esos labios perfectos que quisiera deshacer a besos, mientras esclavizas con el tacto de tus manos una vez más mi cuerpo.



No fui completamente consciente, pero esa fue la primera vez que quise hacerte el amor.

Ya me daba igual cómo. Ciertamente, jaejoong, me daba igual cómo.

Que mi propio juicio me permita perdonarme a mi mismo algún día, que yo me lo permita, porque Jaejoong; ya me daba igual cómo.





SOULFIGHTER STORM

La penumbra nos envolvía pero la intensidad de su mirada atravesaba el aire. Podía sentirla, sobre mi. Esa mirada intensa e intimidante de Changmin que tanto me intrigaba.

En aquél momento no me lo reconocí a mi mismo, pero noté una sensación familiar cuando te revolvías sobre mí en el sofá aquella noche.

Te movías diferente, tus caderas se movían diferente, tus manos me recorrían de manera diferente. Como aquella primera noche, en aquél mismo lugar... cuando me confundías con alguien que no era.

La diferencia de entonces ahora era muy grande. El alcohol no embriagaba tu mente, y sabías perfectamente quién era yo. Aún así....

Que me tocaras de aquella manera se me hacía..... tan extraño.

Estar en tus brazos de aquella forma me hacía sentir.... tan tuyo. Era tan diferente de lo que siempre tuve en mente sentir contigo.

Ahora tus labios parecían conocer el camino en la oscuridad hasta los míos.

Te movías entre mis piernas, arrastrando tu cuerpo contra el mío. De esa forma que me pedía dejarme llevar...

¿Había salido de esta espiral de sensaciones desde hacía dos días?

La erección que había conseguido hacer desaparecer hacía un par de horas, estaba regresando con fuerza. Teníamos que ir a dormir, dejar de hacer aquello con todo el mundo en casa, pero aún así dejaba que jugaras con tus dedos en mi vientre, que tu manos se colaran por la parte trasera de mi pantalón, sujetaras mi carne, hasta levanté mis caderas para que me agarraras mejor....

¿Quién era esa persona tan hambrienta de deseo que rugía en mi cuerpo?

¿No había tenido yo ya suficiente?

¿Realmente me gustaba tanto dejar que me tocaras como si fuera completamente tuyo?

Mientras escuchaba tus roncos jadeos sobre mi cuello al escucharme.... ya dejaba escapar mis gemidos sin pudor sólo para provocarte.

La excitación recorría mi cuerpo al verte mover sobre mi, como ese animal jadeante en la oscuridad, imparable...

¿Qué harás?

¿Qué harás conmigo Changmin?

¿Cuándo será suficiente para ti?

......y para ?



*******

De nuevo debí haber perdido la razón por tí aquella noche, Jaejoong. Otra vez en nuestro sofá, porque estando entre tus piernas, cuando ya no me podía despegar de tu calor, y con tus gemidos en mi oído, volví a morder la carne de tu cuello.... y no ví nada más alrededor.

Mi realidad se deshizo, y solo notaba telas tapando tu piel las cuales apartaba, cojines del sofá, tu cuerpo moviéndose bajo el mío. ..

Y mis labios ciegos, tocaron la piel de tu pecho una vez más, varias partes de tu torso, tu costado, la fina piel sobre tus costillas, las formas de tu vientre, y cuanto más te movías buscando mis labios, mas tela que te cubría que yo quería hacer desaparecer a tirones....

.....no supe cuando comencé a tirar de la tela del pantalón de tu chándal, cuando se me olvidó que dejé muy arriba tu ombligo, que mis manos tiraban de la tela ya entre tus piernas. Sólo te escuché hablar entre jadeos.

- Changmin.... Aaah~ ¿Dónde vas.. qué, qué haces....?

Noté tu mano sobre una de las mías. Te miré, incorporado sobre el sofá. Tus mejillas estaban encendidas como nunca las había visto, y algunos mechones de tu pelo estaban pegados a tu cuello por el sudor que te había provocado.

Tus ojos estaban muy abiertos y te costaba respirar.

Tenías los pantalones por las rodillas.

Y el elástico de tu ropa interior por debajo de la cadera.

Y podía ver tu miembro erecto sobresaliendo entre el lío de telas, y esa parte descubierta brillaba levemente de humedad.

Con todo mi pelo sobre los ojos, completamente desordenado, aún jadeando, pasé mi lengua por mis labios, y noté tu auténtico sabor.

Te miré también. La sorpresa no se iba de tus ojos. Quizá yo tenía la misma expresión.

- Chang—min, qué....?- Balbuceabas palabras sin sentido.

Seguramente no necesitabas explicaciones, porque podrías ver en mi cara que yo sabía aún menos que tú lo que estaba haciendo.

Aparté todo el pelo de mi cara con una mano mientras que resoplaba para recuperar el aliento.

- Me .. me voy a la cama.- Murmuré intentando colocar mi propia ropa. No sabía qué decirte.- Lo siento.... no sé lo que estoy haciendo....

Sólo te dije la verdad, aunque sonara bastante pobre. Ni tu ni yo sabíamos realmente donde nos estábamos metiendo.
Era un momento bastante incómodo de pronto, y sólo pensaba en volver a mi habitación.

Mi excitación había desaparecido por completo, no sé por qué. Pero al pasar por en frente de tu habitación antes de que tu volvieras a ella, pensé;

En si todo lo que había pasado en Sapporo, había sido una especie de espejismo. Por primera vez me pregunté, a dónde íbamos con todo esto.

Porque me dí cuenta de que ni hoy ni mañana ni la semana que viene, probablemente, dormiríamos de nuevo en la misma cama.

¿Éramos amantes Jaejoong?

¿Se nos podía llamar así?

Antes de volver a mi habitación me di cuenta de que esta sería la segunda vez que te dejaba en un estado vergonzoso sobre aquél, nuestro sofá.

Volví, como no había vuelto a aquella sala de la grabación de radio. Aunque me quedé en el marco de la puerta del salón, porque no sabía qué hacer realmente.

Te vi de nuevo, sentado con las manos sobre las rodillas, mirando al suelo.

¿En qué estabas pensando?

En silencio, me acerqué y sólo te diste cuenta de que había vuelto, cuando me senté en un sillón cerca del sofá donde tú estabas.
No decías nada.

- Jaejoong....- Aún se me trababa tu nombre cuando lo decía en esta oscura intimidad. En mis labios sonaba diferente en aquellos momentos. No sabía cómo comenzar... tampoco la pregunta estaba clara en mi mente. Te miré y vi que te mordías las uñas de nuevo, como cuando estás nervioso. Quizá te imaginabas ya lo que quería preguntar, pero, a lo mejor tampoco tenías tu una respuesta. O pensabas hacerme la misma pregunta.- Nosotros... creo que hemos dejado de ser sólo amigos...- Dije lentamente, te vi bajar la cabeza. Por alguna razón esta conversación parecía incomodarte más que la situación de antes, más que a mí.- ...crees que... deberíamos seguir así?

- ¿y tú qué crees?- preguntaste con rapidez sorprendiéndome.

- Yo...sólo le veo pegas.- Dije con toda la sinceridad del mundo. Tu hiciste amago de echar a reír, al igual que yo. Pero ni siquiera eso relajó el ambiente entre ambos.- pero.. supongo que le veo las mismas pegas que le veía ayer.

Un largo silencio cayó entre nosotros. Me había costado un triunfo decir aquella última frase, pero había salido. Y ahora quería estar en cualquier parte menos allí, y quizá tu te sentías igual.

Sabía que tú pensabas en todo mucho más que yo, y de alguna manera me intranquilizaba que no tuvieras nada que decir al respecto.

-Bueno...¿Nos vamos a dormir ya?- Dijiste en voz muy baja poniéndote de pie.- Tenemos trabajo mañana....yo aún no he dormido nada.

Antes de que pudiera contestarte, rodeaste la mesita del salón y fuiste hacia las habitaciones. No reaccioné a tiempo para decir nada.

Que tonto, ¿esperaba que dijeras algo a favor??

¿A favor de qué Changmin?

No sé que esperaba, pero ni siquiera yo mismo quería saberlo, decidí correr hasta la cama y olvidar, mañana trabajar y trabajar y olvidar, y no pensar, pero cuando pasé como una sombra por delante de tu habitación tu fuerte mano sujetó mi muñeca, sobresaltándome.

Me giré hacia ti. No me soltabas, no me hablabas. Me quedé sorprendido mirándote a los ojos en la oscuridad.

Quise entender la expresión de tu cara, pero tras unos segundos me di cuenta, de que no quería esperar a ver qué me decías, no quería saber si me querías decir que dejáramos esto de una vez, o si no podías dejarlo, no quería saber si ibas a hacer algo...a decir algo...

....tenía tanto miedo de la respuesta a ese interrogante, fuera cual fuera la respuesta, que no pude dejarte hacer o decir lo que querías, sin darte tiempo a nada más que a recibirme. Te besé.


Con tan sólo mis labios sobre los tuyos. Te besé como un niño de primaria besaría por primera vez.

Sin atrapar con mis labios otra cosa que un suspiro...para tan sólo cazar tu aliento. Pegué mi mejilla a la tuya al separarme de tu boca, y me acerqué mas a ti.

Sé que mi suspiro te hizo daño.

Que cada tira de piel que me desnudaba ante ti, te hacía daño...

¿Crees que a mí no?



Intenté irme de allí cuando soltaste mi mano pero no me dejaste.

Te culpo y no te culpo por ello, pero mi corazón dio un vuelco, cuando en la penumbra de nuestro pasillo escuché tu suspiro y te tiraste contra mí, acorralándome contra la pared.

Besándome así..... maldito descarado. No había tan sólo deseo en tus labios.

Ni en tus brazos rodeando mi cuello.

Me hablaste con muchas más de mil palabras entonces que lo que podrías haberme dicho en el salón.

¿Qué confusión podía haber?

Habías dejado de cubrirte las espaldas.

Por eso casi me eché a reír cuando te escuché.

- Dejemos esto donde está.- Dijiste haciéndome pensar que había imaginado esas palabras.

No pude articular palabra alguna.
No las tenía.


¿Tenía yo siquiera alguna razón para llevarte la contraria?

¿No era esto lo que te llevaba diciendo desde el principio?
Pero creí que te había entendido.

-Está bien.- Contesté en voz baja, esperando a que te apartaras. No lo hiciste, pero yo me fui sin decirte nada más.

Sé que aún estabas de pie en el pasillo cuando me metí en mi cama. Seguía sin querer pensar en nada, mientras dejaba que el sueño me llevara, me arrastrara.... lejos de la sensación de ardor que habías dejado en el interior de mi pecho.



Continuará..

2 comentarios:

Agre dijo...

Waaa T__T

Tsuki YJ dijo...

woooo adoro tu fic es el mejor que he leído por ti amo al JaMin y claro que seguiré tu historia hasta el fin que le des